Internacional elimina a Estudiantes de La Plata en los minutos finales
Un gol de Giuliano a los 88 minutos clasificó al Internacional de Brasil semifinalista de la Copa Libertadores pese a la derrota de su equipo por 2-1 ante el Estudiantes argentino, por el valor extra del tanto marcado fuera de casa.
El Estudiantes fue el neto dominador del encuentro, pero el Inter reaccionó en los tramos finales y en una jugada en la que el equipo local no logró neutralizar a Giuliano, que sólo jugó 15 minutos, éste liquidó el sueño estudiantil de revalidar el título logrado el año pasado en esta competición.
"Dios me ha iluminado", dijo Giuliano al finalizar el partido, que tuvo como corolario una gresca entre futbolistas de ambos equipos.
El equipo bonaerense exigió a fondo al de Porto Alegre, le hizo sentir el peso de un Verón en estado de gracia, convertido en el diseñador de un juego ambicioso, vertical y profundo que logró romper el partido de manera fulminante pasado el primer cuarto de hora.
El Inter, que se había impuesto en el choque de ida por 1-0, intentó sorprender al Estudiantes con Nei y Kléber por las bandas y le provocó algunos problemas en un par de ocasiones, pero se debilitó en la zona central, desde donde el conjunto local nutrió a Clemente Rodríguez por la derecha y a Enzo Pérez por la izquierda para buscar a los puntas Boselli y Leandro González, convertidos en dos incordios.
Al equipo brasileño comenzó a costarle llegar al área de Orión porque no encontró espacios en el juego corto, mientras que el de Alejandro Sabella pisaba con continuidad la de Abbondanzieri por la velocidad y soltura con la que se situaba en posición de ataque.
Un balonazo clamoroso de Verón para Leandro González que dejó clavado en el piso a Gonzalo Sorondo y compañía y un remate del delantero estudiantil por encima del cuerpo de Abbondanzieri dieron la ventaja al local a los 19 minutos.
Tres minutos después, tras recibir el balón de un saque de banda, Enzo Pérez lanzó un remate esquinado desde la izquierda hacia la derecha que se coló junto al segundo palo del asombrado meta del conjunto brasileño.
Con dos jugadas el Estudiantes coronó la supremacía demostrada en el juego y encendió todas las luces de alarma en la formación que dirige Jorge Fossati, demasiado pendiente de alguna brillantez de D'Alessandro y Andrezinho, controlados siempre por sus marcadores.
El Estudiantes perdió el balón durante los últimos veinte minutos de la primera parte, sin consecuencias, y lo recuperó desde el comienzo de la segunda al tapar las salidas de Kléber y Nei.
Lejos de dedicarse a conservar la ventaja en el marcador el equipo argentino presionó al Inter y generó varias situaciones de gol favorecido por el estatismo de la formación gaúcha, que intentó reaccionar en los últimos 15 minutos.
Al equipo de Fossati le faltaba juego, como en casi todo el encuentro, y parecía que no le alcanzaba con la garra y el empuje, salvo cuando tras una jugada aislada Walter se perdió el gol a los 84 minutos al rematar desviado desde una posición inmejorable.
Pero insistió con las pocas fuerzas que le quedaban y a los 88 Giuliano logró el milagro. Dios lo había iluminado, como él mismo aseguró, en la noche oscura del Inter.
- Ficha técnica:
2. Estudiantes: Agustín Orión, Clemente Rodríguez (m.89, Federico Fernández), Cristian Cellay, Leandro Desábato, Germán Ré, Enzo Pérez (m.81, Leandro Benítez), Matías Sánchez, Juan Sebastián Verón, José Sosa, Leandro González (m.46, Marcos Angeleri) y Mauro Boselli. Entrenador: Alejandro Sabella.
1. Internacional: Roberto Abbondanzieri, Bolívar, Gonzalo Sorondo, Fabiano Eller, Nei (m.67, Walter), Kléber, Sandro (m.85, Edú), Pablo Guiñazú, Andrezinho, Andrés D'Alessandro (m.76, Giuliano) y Alecsandro. Entrenador: Jorge Fossati.
Goles: 1-0, m.19: Leandro González. 2-0, m.21: Enzo Pérez. 2-1, m.88: Giuliano.
Árbitro: Óscar Julián Ruiz (COL). Amonestados: Sandro, Boselli, D'Alessandro, Verón, Guiñazú y Sorondo.
Incidencias: Partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa Libertadores disputado en el estadio 'Centenario' del club Quilmes, en las afueras de Buenos Aires, ante unos 28.000 espectadores.
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