Lima Con una sonrisa en los labios, la estadounidense Lori Berenson, condenada a 20 años de cárcel por terrorismo, salió del Penal de Mujeres de Chorrillos, en cumplimiento de la libertad condicional otorgada por una jueza al cumplir tres cuartos de su condena.
Los padres de Berenson, Mark y Rhoda, que habían viajado al país para recibir a su hija en la puerta del penal, se encargaron por su parte de recoger a Salvador, el bebé de un año que Berenson tuvo en prisión, y la precedieron hacia el departamento capitalino que ella ha señalado como el lugar donde residirá hasta concluir su condena en 2015.
Los padres de Berenson, Mark y Rhoda, que habían viajado al país para recibir a su hija en la puerta del penal, se encargaron por su parte de recoger a Salvador, el bebé de un año que Berenson tuvo en prisión, y la precedieron hacia el departamento capitalino que ella ha señalado como el lugar donde residirá hasta concluir su condena en 2015.
Una nube de periodistas y fotógrafos, que hizo guardia en la puerta de la prisión desde el último miércoles, esperaba a Berenson a su salida y también en el departamento al que se dirigió, pero ella se negó a hacer cualquier tipo de declaraciones.
Berenson subió al coche de su abogado, y entonces los periodistas emprendieron una verdadera carrera por las calles limeñas que llevó a uno de los automóviles a chocar levemente con el que transportaba a los familiares.
Los padres de Lori Berenson, artífices de una campaña por su liberación en su país, se habían presentado en la mañana en el domicilio que va a ocupar su hija, y fueron recibidos con hostilidad por algunos vecinos.
"Terroristas", "Váyanse a su país", "No los queremos aquí", les espetaron desde las ventanas al matrimonio Berenson mientras entraban en el departamento.
Los medios peruanos han recogido abundantes testimonios de vecinos de esa misma calle, en su mayor parte contrarios a la presencia de Berenson entre ellos: "no creo que nos meta una bomba, pero es indignante vivir cerca de una persona de esa clase", dijo una mujer al diario La República.
Varias voces dentro del Gobierno peruano se han mostrado contrarias a la liberación de Berenson y el ministro de Justicia, Víctor García Toma, ha sugerido como solución conmutar el cuarto de pena (5 años) que le queda por cumplir a Berenson y expulsarla del país.
Según el ministro, esta propuesta podría estudiarse en el próximo Consejo de Ministros, previsto en un principio para el próximo miércoles, pero aclaró que aún no ha conversado al respecto con el presidente Alan García.
"Existe una posibilidad, que será objeto de discusión del Consejo de Ministros la próxima semana, de conmutar la pena, y se le dice adiós (a Berenson) y nos libramos de una persona que no goza de nuestro beneplácito", dijo García Toma ya que, según él, su liberación "ha causado molestia, perturbación y desazón ciudadana".
La presión mediática, política y ciudadana es tal que la jueza peruana que firmó la resolución favorable a Berenson, Jessica León Yarango, tuvo que justificarla ayer aduciendo que "se ajusta estrictamente a la Ley y a las normas legales vigentes".
La jueza recordó que la estadounidense contaba con informes carcelarios positivos, tuvo buena conducta, no tenía otros juicios pendientes ni tampoco pagos pendientes por reparación civil tras sus años de militancia en el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA).
El MRTA al que pertenecía Berenson fue uno de los dos grupos que, junto a Sendero Luminoso, tuvo en jaque al país durante los años noventa, y mientras que Sendero aún cuenta con algunos grupúsculos activos en valles cocaleros selváticos, el MRTA abandonó por completo la lucha armada.
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